HISTORIA DE LA SERIE: WILLIE MAYS EN CARACAS 1955
Figuras míticas del béisbol han engrosado los libros de la Serie del Caribe, pero en un apartado privilegiado reposa el nombre de Willie Mays, uno de los grandes peloteros de la historia que vimos descollante en su paso por el clásico de febrero.
Mays era un absoluto espectáculo. Poco tiempo después de romperse la barrera del color en el béisbol de las Grandes Ligas, introdujo toda su calidad en el espectáculo deportivo norteamericano y desde el Novato del Año ganado en 1951 auguraba magníficas actuaciones en lo que terminó siendo una trayectoria estelar de 22 temporadas. Logró un título de bateo, dos MVP y lideró en varias ocasiones los departamentos de OPS (5 veces), vuelacercas (4), bases robadas (4) y triples (3).
Cuando bajó el telón (1973), a los 42 años, era el tercer máximo jonronero de la historia con 660 tablazos, detrás de Hank Aaron y Babe Ruth. Solamente Barry Bonds y Alex Rodríguez han podido superarlo después y apenas Albert Pujols se aproxima (633). Empujó 1903 carreras y dejó promedios de .302 en bateo, .384 en embasado y .557 en slugging, para un maravilloso .941 de OPS vitalicio.
Para quienes disfrutan de las estadísticas más modernas ajustadas al pasado, en WAR es el tercero mejor de la historia entre jugadores de posición (156.4), también detrás de Ruth y Bonds, y el segundo más destacado en WPA (101.09), estadística que mide en cantidad de juegos el impacto de un jugador en las probabilidades de victoria de su equipo sobre un jugador de reemplazo.
Además de su extraordinario papel a la ofensiva, marcó diferencias con el guante --fue un jardinero central de élite, por eso ganó 12 Guantes de Oro-- y corriendo las bases fue memorable --cinco veces robó 25 o más almohadillas--. Se le considera uno de los más completos beisbolistas de la historia, ¡y cómo no!
CARACAS 1955: EL INCENDIO DE MAYS
Willie Mays, de los Gigantes de Nueva York, venía de ser campeón bate y Jugador Más Valioso de la Liga Nacional en 1954 cuando decidió participar en Puerto Rico y viajar a la Serie del Caribe con los Cangrejeros de Santurce. Caracas jamás va a olvidar la participación del nativo del estado de Alabama.
Fue un viaje del infierno al cielo. En una serie donde los pitchers marcaron la pauta, el poderoso toletero de entonces 23 años no pudo conectar hits en sus primeros 12 turnos y apuntaba a ser una de las grandes decepciones tras las enormes expectativas que generaba su aparición en el Estadio Universitario de la capital de Venezuela.
El 12 de febrero, dos días después de iniciado el evento, Willie Mays revolucionó el Universitario. En un intenso juego que reunía a 25 mil personas en el estadio y cuyas incidencias seguían ansiosos otras tantas decenas de miles por las ondas hertzianas, Mays disparó en el inning 11 un jonrón de película por todo el jardín central ante Ramón Monzant para liquidar al Magallanes de Venezuela, 4 carreras por 2. Corría en primera base nada más y nada menos que Roberto Clemente, quien también había tronado las gradas en ese compromiso.
Allí empezó el incendio de Mays. Su jonrón fue el primero de 11 hits ¡¡en 12 turnos!! Pese al slump inicial, solamente Rocky Nelson (.470), del Almendares de Cuba, impidió que la bujía del Santurce (.440) se alzara con el título de bateo. ¡Una completa locura!
A su elevado porcentaje de bateo sumó dos estacazos de vuelta completa, nueve empujadas, seis anotadas y tres triples, entrando en la historia con una de las más impresionantes actuaciones de todos los tiempos en Series del Caribe.
Willie Mays, En El Estadium Universitario De Caracas Venezuela Representando a Puerto Rico En La Serie Del Caribe Ganada Por Los Cangrejeros De Santurce El 16 De Febrero De 1955
Figuras míticas del béisbol han engrosado los libros de la Serie del Caribe, pero en un apartado privilegiado reposa el nombre de Willie Mays, uno de los grandes peloteros de la historia que vimos descollante en su paso por el clásico de febrero.
Mays era un absoluto espectáculo. Poco tiempo después de romperse la barrera del color en el béisbol de las Grandes Ligas, introdujo toda su calidad en el espectáculo deportivo norteamericano y desde el Novato del Año ganado en 1951 auguraba magníficas actuaciones en lo que terminó siendo una trayectoria estelar de 22 temporadas. Logró un título de bateo, dos MVP y lideró en varias ocasiones los departamentos de OPS (5 veces), vuelacercas (4), bases robadas (4) y triples (3).
Cuando bajó el telón (1973), a los 42 años, era el tercer máximo jonronero de la historia con 660 tablazos, detrás de Hank Aaron y Babe Ruth. Solamente Barry Bonds y Alex Rodríguez han podido superarlo después y apenas Albert Pujols se aproxima (633). Empujó 1903 carreras y dejó promedios de .302 en bateo, .384 en embasado y .557 en slugging, para un maravilloso .941 de OPS vitalicio.
Para quienes disfrutan de las estadísticas más modernas ajustadas al pasado, en WAR es el tercero mejor de la historia entre jugadores de posición (156.4), también detrás de Ruth y Bonds, y el segundo más destacado en WPA (101.09), estadística que mide en cantidad de juegos el impacto de un jugador en las probabilidades de victoria de su equipo sobre un jugador de reemplazo.
Además de su extraordinario papel a la ofensiva, marcó diferencias con el guante --fue un jardinero central de élite, por eso ganó 12 Guantes de Oro-- y corriendo las bases fue memorable --cinco veces robó 25 o más almohadillas--. Se le considera uno de los más completos beisbolistas de la historia, ¡y cómo no!
CARACAS 1955: EL INCENDIO DE MAYS
Willie Mays, de los Gigantes de Nueva York, venía de ser campeón bate y Jugador Más Valioso de la Liga Nacional en 1954 cuando decidió participar en Puerto Rico y viajar a la Serie del Caribe con los Cangrejeros de Santurce. Caracas jamás va a olvidar la participación del nativo del estado de Alabama.
Fue un viaje del infierno al cielo. En una serie donde los pitchers marcaron la pauta, el poderoso toletero de entonces 23 años no pudo conectar hits en sus primeros 12 turnos y apuntaba a ser una de las grandes decepciones tras las enormes expectativas que generaba su aparición en el Estadio Universitario de la capital de Venezuela.
El 12 de febrero, dos días después de iniciado el evento, Willie Mays revolucionó el Universitario. En un intenso juego que reunía a 25 mil personas en el estadio y cuyas incidencias seguían ansiosos otras tantas decenas de miles por las ondas hertzianas, Mays disparó en el inning 11 un jonrón de película por todo el jardín central ante Ramón Monzant para liquidar al Magallanes de Venezuela, 4 carreras por 2. Corría en primera base nada más y nada menos que Roberto Clemente, quien también había tronado las gradas en ese compromiso.
Allí empezó el incendio de Mays. Su jonrón fue el primero de 11 hits ¡¡en 12 turnos!! Pese al slump inicial, solamente Rocky Nelson (.470), del Almendares de Cuba, impidió que la bujía del Santurce (.440) se alzara con el título de bateo. ¡Una completa locura!
A su elevado porcentaje de bateo sumó dos estacazos de vuelta completa, nueve empujadas, seis anotadas y tres triples, entrando en la historia con una de las más impresionantes actuaciones de todos los tiempos en Series del Caribe.
Willie Mays, En El Estadium Universitario De Caracas Venezuela Representando a Puerto Rico En La Serie Del Caribe Ganada Por Los Cangrejeros De Santurce El 16 De Febrero De 1955